La espera ha terminado. Es la hora del vértigo.

¡Por fin amigos! Ya ha llegado el gran día: Gran Hermano catorce está aquí, a tan solo unas horitas de distancia. Llegados a este punto, ahora nos parece hasta mentira que todos estos días de cuentas atrás, informaciones de última hora, elucubraciones, especulaciones, nervios, suposiciones y dudas, lleguen a su fin. Sin duda, para nosotros los seguidores, han sido unos días de puro VÉRTIGO.


Muchas cosas sabemos ya de esta edición que empieza, pero muchas otras están todavía flotando en el aire, guardadas con recelo por los responsables del programa esperando a ser desveladas por toda esta audiencia fiel, amante de Gran Hermano. Porque, aunque llevamos ya 12+1 ediciones a la espalda (somos el primer país en el mundo en estrenar la número catorce) todavía no sabemos muy bien qué nos vamos a encontrar en cada nuevo estreno. Siempre consiguen sorprendernos. Esto es lo grande de este programa: sigue manteniendo su esencia intacta, a pesar de los cambios obvios (y obligados) que se han introducido desde la primera edición. Le pese a quien le pese, Gran Hermano está más vivo que nunca.

Romances, discusiones, peleas, reconciliaciones (en Gran Hermano se les llama “edredoning”) fiestas, pruebas, conversaciones nocturnas, bromas, risas, llantos, alegrías, penas, sorpresas, desilusiones… Todo está de vuelta. Nuevos concursantes (valientes como los llama la Milá) se ofrecen a regalarnos un trocito de sus vidas, haciendo que nosotros, desde nuestras casas, vivamos con ellos sus experiencias y emociones. La puerta de Guadalix vuelve a abrirse para que millones de ojllos curiosos vivamos una vez más, la aventura de Gran Hermano.

Queridos lectores: esto hay que celebrarlo.

P.D. Sigo siendo el mismo ojo. Tranquilos, no me han hurgado el cerebro ni tengo una pistola en la sien. Recordad que cada martes habrá nuevo post con lo más destacado de la gala. ¡¡Nos vemos entonces!!